En el caso de Oviedo, con unas peatonalizaciones muy características, en las que normativamente no se recoge ninguna condición especial para la bicicleta o los VMP en este tipo de calles. Por lo tanto, técnicamente no podrían circular por estos espacios si no hay una señal que lo indique y aunque pueda circular o descargar con normalidad, un camión de sidra en ellos
A alguien que no se pare a contextualizar mucho la decisión de evitar que la bicicleta o el VMP circule por calles peatonales, le sonará más o menos bien la idea. Tiene lógica, sin son vehículos, deberían de ir por los viales o carriles exclusivos para su circulación. ¿Y qué pasa cuando no hay ninguna infraestructura ciclista disponible? ¿Es equiparable la molestia del paso de bicicletas o VMP, con la de los vehículos, tales como coches, camiones, etc?. Vamos paso a paso para intentar entender está decisión que ha tomado el ayuntamiento de Oviedo.
A la primera pregunta se puede contestar rápido porque la nula infraestructura ciclista en Oviedo es una evidencia. Y esto influye mucho en la cantidad de bicis que podemos ver en las calles, que es residual. Alguien dirá seguramente que si las cuestas, que sí Oviedo no es Amsterdam, etc, lo cual, además de ser una realidad, no es un obstáculo sea insalvable para otras ciudades similares como Bilbao. De todo esto hablé en este otro artículo, que cuestiona todos estos “mitos”. Como ya indiqué en el mismo, el argumento de las cuestas se anula con la llegada de las bicicletas eléctricas y la muestra es que el propio ayuntamiento acaba de hacer una concesión a la empresa Bolt para poner un buen número de ellas disponibles por la ciudad.
La segunda pregunta tiene más matices, pero está relacionada con la primera porque no se entiende que con un uso tan residual, la fijación normativa se centre en las bicicletas, eliminando la posibilidad de acceso y circulación por las calles peatonales. Y hay que entender, que muchas de las calles peatonales de las que se quiere eliminar su paso, no son vías en las que haya una dificultad manifiesta de compatibilizar ambos usos, son más bien calzadas únicas que es un tipo de calle residencial o comercial. De hecho, son calles por las que circulan coches y vehículos de todo tipo y que disponen de un ancho muy generoso. Les pongo el ejemplo de la calle Pérez de la Sala, Perez de Ayala, en los alrededores del auditorio. Y así hasta un aproximado de 33km de vías, según la asociación con la que he cotejado estas cifras, Asturies con Bici, los cuales ya tienen previsto acciones para oponerse a esta decisión por parte del ayuntamiento de Oviedo.

¿Y cómo se lleva a cabo esa prohibición?
Si uno le echa un vistazo a la ordenanza Municipal de Movilidad y Tráfico en la ciudad y que es del 2006, solo se referencia una vez la bicicleta, es decir solo sale una vez la palabra y por otros motivos ajenos a su uso. No busquen nada sobre vehículos de movilidad personal porque esos ni existían en esa época. Las ordenanzas municipales de movilidad, es el espacio que da la DGT para extender las normas de circulación a las peculiaridades de cada ciudad. En el caso de Oviedo, con unas peatonalizaciones muy características, en las que normativamente no se recoge ninguna condición especial para la bicicleta o los VMP en este tipo de calles. Por lo tanto, técnicamente no podrían circular por estos espacios si no hay una señal que lo indique y aunque pueda circular o descargar con normalidad, un camión de sidra en ellos.

Hasta ahora, lo que podríamos encontrar en la entrada de las mismas era una señal que indicaba la prohibición de circulación por esas calles pero habilitaba la de carga y descarga, taxi y bici. La alerta entonces surge porque se está eliminando esta excepción, lo cual imposibilita de facto la circulación por ellas, aunque en muchos casos, como vengo señalando, suene ridículo debido a las características físicas de la calle. Por poner un ejemplo de nuevo, les hablo de calles con un ancho de doble carril y que se corresponden más con una calle de circulación residencial que debidamente peatonal.
Retroceso en la movilidad sostenible para la ciudad
Lo que ocurrirá entonces es que se seguirá circulando, porque resulta antinatural que eso no ocurra debido a las propias condiciones de muchas de estas peatonalizaciones. La diferencia es que ahora repartidores de comida a domicilio o quien decida contribuir a la movilidad sostenible desplazándose en bici o VMP, estará a expensas de lo que opine el o la policía municipal que controle la zona. Si además tenemos en cuenta que la Zona de Bajas Emisiones está al caer y que uno de sus objetivos es la descarbonización y el control de la calidad del aire en la ciudad, ¿Que sentido tiene eliminar o restringir las opciones de movilidad más compatibles con esos objetivos?
En conclusión, el ayuntamiento de Oviedo, a la vez que incorpora más opciones de movilidad sostenible como las bicicletas de alquiler, restringe más su uso, lo cual es una incongruencia. Es necesario un replanteamiento de las políticas de movilidad sostenible, empezando por la definición y la proyección a peresente/futuro de estos medios de transporte, que ya son ya una realidad en la ciudad y podrían serlo mucho más.
Totalmente de acuerdo. Prohibir bicis permitiendo motorizados, toma ahí apuesta por la salud. ¡¡De traca!!!
A los taxis de fuera de Oviedo nos están multando por dejar clientes en las calles peatonales. Hay ya tres sentencias condenatorias al ayuntamiento, y ni caso.