Por las instalaciones de la Rookie Basket Academy han pasado desde niños que empiezan hasta Iyana Martín, la ovetense llamada a liderar la selección española de baloncesto
La Rookie Basket Academy (RBA) es un centro de tecnificación de baloncesto, único en el Principado y uno de los pioneros en España, que desarrolla entrenamientos individuales, con grupos, máquina de tiro y muchas otras actividades con jugadores y jugadoras en edades de formación y también con profesionales. Con sede en Oviedo, en la calle Pedro Masaveu, en la parte superior del Parque de Invierno, en sus instalaciones se desarrollan también cursos, campus, clínics y todo tipo de actividades relacionadas con el deporte de la canasta.
Algunos fines de semana es posible encontrarse en el RBA a Iyana Martín, la joven base ovetense de 19 años que en su primera temporada como profesional milita en el Perfumerías Avenida de Salamanca y que según los expertos está llamada a revolucionar la selección nacional absoluta con la que debutó a comienzos de este mes machando a Austria por un contundente 45-76 y consiguiendo la clasificación para el Eurobasket del próximo verano. Según la FIBA, Iyana está entre las jóvenes jugadoras que podrían ser la próxima gran estrella del baloncesto femenino en Europa.
Todo empezó en 2020, cuando Eladio Rico, jugador de baloncesto desde los 9 años y entrenador desde los 15, quiso ir un paso más allá de lo que hacía como coordinador de este deporte en el Colegio Loyola de Oviedo y convertir en realidad una “locura” que le rondaba por la cabeza ya desde hacía un tiempo.
Este apasionado del basket, socio fundador de la Asociación de Baloncesto 3×3 y de la Liga Nacional de esta modalidad, así como presidente del Club Asturiana Basket, con sede en Siero, decide comprar una máquina de tiro, una de las primeras que llegó a Asturias procedente de Estados Unidos, con el fin de mejorar los entrenamientos de los alumnos del Loyola.
Mientras veía los avances de los chavales gracias a las prestaciones que ofrece la máquina de tiro, empieza a plantearse alquilar o comprar un local para instalarla y hacer una escuela donde perfeccionar la técnica. Tras dar muchas vueltas y tener que desistir de una primera opción, da con el local de la calle Pedro Masaveu, adecuado por dimensiones, por altura y por contar incluso con una grada. Tras negociar con la comunidad de vecinos del edificio, se lanzan a crear el centro de tecnificación.
Tenía, por fin, una instalación adecuada pero entonces surge un problema, el eterno problema de cualquier proyecto de negocio, el dinero. Necesitan financiación y la hallan en un sitio sorprendente a primera vista: la confitería Rialto, un clásico del ramo en Oviedo, cuya fama traspasa fronteras gracias a sus moscovitas, que les da el impulso económico que necesitan.
Se lanzan a hacer las obras en el local y de pronto llega la pandemia. Tras el período de encierro, abren las puertas de RBA “el primer día que nos dejaron salir de casa a todos”, recuerda Eladio. A mediados de 2020 en España solo funcionaban la academia de Ricky Rubio, en Badalona, y otra en Cáceres, todas ellas siguiendo un modelo muy implantado en Estados Unidos y que busca perfeccionar la técnica individual del jugador y desarrollar sus habilidades en diferentes vertientes de este deporte. La idea de su promotor era “crear un espacio donde el jugador pudiera mejorar en una o dos horas que tenga disponibles, como el pianista que va a una clase particular”.
En el caso de Eladio lo más importante no fue el piano, obviamente, sino el lugar y dentro de él los materiales, en especial el parqué, para crear un espacio “donde en cuanto entres por la puerta solo respires baloncesto ya estés iniciándote, seas un poco amateur y aspires a profesional o ya seas profesional, porque, a diferencia de un polideportivo donde puedes encontrar porterías de fútbol sala o elementos de otros deportes, aquí solo hay baloncesto”.
En RBA disponen de media pista completa con tres canastas –grande y pequeña- lo que permite tecnificar, porque como comenta su promotor “no necesitas correr mucho, hacemos trabajo en pista central o en los dos laterales y contamos con todo el material que va saliendo para ayudar al jugador y apoyar al entrenador con estas herramientas”. La instalación dispone también de gimnasio.
No obstante, Rico destaca que lo más importante son las personas, en este caso, los entrenadores que sepan gestionar y utilizar los recursos disponibles. La suerte que tuvo, comenta, es que cuando empezaron “contamos como director deportivo con Evaristo Pérez, (dos medallas con la selección nacional femenina) con quien Eladio había coincidido en el curso de entrenadores y del que dice que “es un maestro del que aprendimos a gestionar todo esto”. Luego, entre otros, están compañeros del propio Rico, como Eduardo Ablanedo y Enrique Urrutia que se trasladaron del Loyola al RBA.
Al principio también pasaron por el centro profesionales como Saúl Blanco o Ángela Salvadores, de quienes también sacaron enseñanzas, al igual que del Valencia Basket con el que firmaron un acuerdo de colaboración que les permitió “aprender, traer entrenadores e ir allí a ver y vivir el baloncesto”
Eladio recuerda que “al principio algunos nos decían que el proyecto no iba a funcionar porque la gente no va a pagar por entrenar, pero las tecnificaciones tienen un valor enorme y para hacerlas están los entrenadores que son los que sacan lo mejor del jugador”. En RBA tienen una frase como slogan: “cuidamos a la persona que hay detrás del deportista” y la aplican a todos los que pasan por sus instalaciones. “Cuando entras aquí, da igual que seas un crío que empieza que un profesional, tú eres lo más importante”.
Las tecnificaciones permiten hacer muchas repeticiones en poco tiempo y eso hace que mejores, pero la clave, como insiste Eladio, son los entrenadores, aunque admite que no hay formulas mágicas.
Ahora la academia, a punto de cumplir cinco años, ya tiene su rumbo definido, con Eduardo Ablanedo en la gestión y coordinación, y dos entrenadores de referencia como Enrique Urrutia y María Carrión, que atienden cada demanda individual de los alumnos o gestionan grupos reducidos y de condiciones semejantes en cuanto a tiro, al bote u otros aspectos.
Además, cuentan con muchas herramientas e invitan a diversos entrenadores para trabajar en dos o tres días diferentes fundamentos del juego, el tiro libre, los triples. etc. En definitiva, trabajan como una “marca blanca”, con gente de cualquier equipo o procedencia que puede entrenar cuando tiene tiempo y que lo hace “a la carta”. Y trabajan también la parte mental “porque la cabeza es la que nos ayuda a gestionar todo”
En RBA también trabajan el baloncesto 3×3, una modalidad muy diferente que exige más disciplina y rapidez mental, para desarrollar cualidades y habilidades específicas para jugadores desde categoría alevín hasta senior.
En septiembre de 2024, la Academia firmó un acuerdo de colaboración con la Federación de Baloncesto del Principado para la promoción y el impulso de la modalidad 3×3 en la región. Ambas entidades colaboran en cursos o clínics de entrenadores o arbitraje dentro de la especialidad, en la organización de eventos o en torneos oficiales y, en general, en cualquier actividad que contribuya a la difusión y fomento del baloncesto 3×3.
Como uno de los promotores de la liga nacional 3×3, Eladio ha conseguido que el próximo mes de abril Oviedo acoja una de las jornadas de esta competición.