El nuevo organismo está formado por cinco profesionales de distintos ámbitos que no recibirán remuneración ni dietas por participar de este “foro de encuentro”
El Parlamento asturiano al completo-a excepción de Vox-aprobó la pasada primavera una ley llamada a revertir uno de los problemas más acuciantes de Asturias: la pérdida de población y el envejecimiento de la misma. La Ley de Impulso Demográfico, entre otras medidas, contemplaba la creación de un Observatorio y Consejo Social para el Reto Demográfico, un “foro de participación y encuentro” que “garantice la participación efectiva de las Entidades Locales y de los actores económicos y sociales más representativos”. Esta semana se han conocido los nombres de los cinco vocales designados por el gobierno que formarán parte de este órgano responsable de proponer medidas y hacer seguimiento de los planes que impulsen el crecimiento demográfico. Esas son las funciones oficialmente consignadas, además de otras como “definir y aplicar indicadores específicos para medir variables demográficas y socioeconómicas relevantes para Asturias” o “fomentar la identificación y promoción de iniciativas, experiencias y proyectos piloto en materia de dinamización demográfica”.
La presidencia del observatorio le corresponde al titular de la Conserjería competente en materia demográfica; y la vicepresidencia al titular de la Dirección General del Ramo. En cuanto a las vocalías, cinco son de libre designación y otras trece las copan representantes de la sociedad civil: la Federación Asturiana de Empresarios; del movimiento asociativo rural; de la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales; de la Federación Asturiana de Concejos; de la Universidad de Oviedo; de los sindicatos; de la Federación Asturiana de Parroquias rurales; del Consejo Asturiano de la Mujer y del Consejo Asturiano de la Juventud. Los nombres que se han conocido esta semana es el de los vocales designados por el Consejo de Gobierno del Principado de Asturias.
El primero de la lista es el economista Jesús Arango, hombre del partido que ocupó otros cargos en anteriores ejecutivos socialistas: fue consejero de Agricultura y Pesca entre 1982 y 1987 en los gobiernos de Rafael Fernández y Pedro de Silva; así como otros cargos en organismos nacionales durante los años del felipismo. Es también autor de algunos libros sobre los montes comunales en Asturias, Somiedo y también una biografía de Campomanes. ´
El geólogo Jaime Izquierdo es un reconocido intelectual cuyos escritos e investigaciones giran en torno a la búsqueda de soluciones al desencuentro entre el mundo rural y la esfera urbano-industrial. Tiene una larga experiencia como trabajador público en todos los niveles: desde ayuntamientos como el de Mieres o Langreo, hasta asesor para el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.
Eva Pando Iglesias es ingeniera industrial, directora de la Fundación Caja Rural de Asturias y también de la Agencia de Ciencia, Competitividad Empresarial e Innovación Asturiana (SEKUENS). Antes, y durante ocho años, dirigió el Instituto de Desarrollo Económico del Principado.
Pablo Priesca Balbín es licenciado en Psicología, pero lleva más de 30 años trabajando en el sector tecnológico. En la actualidad dirige el Centro Tecnológico de la Información y la Comunicación (CTIC) y es miembro del Consejo Asturiano de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Por último, Marta Pérez es parte del equipo de Valnalón desde 1988, por lo que cuenta con una amplia experiencia en el asesoramiento al emprendimiento y en la gestión de infraestructuras que faciliten la implantación de empresas. Ha participado en numerosos foros sobre desarrollo local, igualdad de oportunidades y estrategias para el empleo.
Además, se han designado como suplentes a Jimena Pascual Fernández, Nieves González Pérez, Juan Antonio Lázaro Menéndez, Javier Niembro Fernández y Aitana Castaño Díaz.
Tal y como recoge el BOPA, “el mandato de los miembros del Observatorio tendrá una duración de cuatro años, renovables por períodos de igual duración”. La ley contempla que el Observatorio se reúna “al menos, una vez al año con carácter ordinario y con carácter extraordinario cuantas veces sea convocado”. Por último, detalla que “los miembros del Observatorio (…) no percibirán remuneración, dieta, indemnización o complemento alguno por el ejercicio de sus funciones”.