Se reabre la calle Pozos

La calle Pozos reabrió este viernes al público, completando la transformación peatonal de El Antiguo. Con una inversión de 1,5 millones de euros, en su mayoría procedente de fondos europeos, el plan comenzó con Altamirano, Mendizábal y Ramón y Cajal. Ahora, el tráfico rodado queda restringido y la prioridad es para los viandantes.
El Ayuntamiento proyecta extender este modelo a calles como Fruela, Rosal y Martínez Marina, aunque supedita su ejecución a la ampliación del aparcamiento de La Escandalera y la reconfiguración de la plaza central. La intervención ha requerido ajustes en los pliegos para cumplir con los requisitos de Patrimonio, como la homogeneización de los acabados y la eliminación de barreras arquitectónicas. Además, la aparición de antiguos raíles del tranvía en Mendizábal supuso un reto inesperado.
Los comerciantes han experimentado una bajada de clientes durante la reforma, aunque ven beneficios en la renovación. Sin embargo, algunos ciudadanos lamentan la falta de acceso en coche. Ahora, la ciudad se adapta a su nuevo escenario.