«La situación es vulnerable y lo que no puede ser es que sea la cabeza de turco de unos problemas de la ganadería y el medio rural, que sin duda existen»

Más de un centenar de personas se concentraron este domingo frente al Palacio de la Presidencia del Principado de Asturias para pedir que el lobo ibérico vuelva a estar protegido tras su reciente exclusión del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE). La protesta, convocada por el Grupo Lobo Asturias y secundada por colectivos ecologistas de distintas regiones como Cantabria, Castilla y León y Madrid, surge como reacción a la entrada en vigor de la Ley de Desperdicio Alimentario. Esta nueva norma permite la caza del lobo al norte del río Duero, incluidas comunidades como Asturias, en una decisión que ha generado una fuerte división entre organizaciones ecologistas, el Gobierno y sectores ganaderos.
Durante la concentración, los asistentes denunciaron lo que consideran una pérdida de garantías para una especie que, según afirman, continúa en estado de conservación desfavorable. En un manifiesto leído en el acto, se criticó el respaldo parlamentario que permitió la desprotección del lobo, acusando a algunos partidos de priorizar intereses electorales en zonas rurales. También se cuestionó la postura del Gobierno del Principado de Asturias, al que se acusa de querer reactivar cuanto antes los controles poblacionales de la especie. Ernesto Díaz, representante de la Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica, afirmó que la situación del lobo “es la que marca la ciencia” y que esta indica que el animal sigue estando en riesgo. Como ejemplo, el representante recordaba que, en los últimos años, han aparecido en Asturias 17 lobos muertos en circunstancias violentas, y continúan los hallazgos de ejemplares envenenados; «La situación es vulnerable y lo que no puede ser es que sea la cabeza de turco de unos problemas de la ganadería y el medio rural, que sin duda existen».
Así, los colectivos convocantes defendieron que los problemas del medio rural no se resuelven mediante el control letal del lobo, sino mediante medidas como la prevención de daños, el pago ágil de indemnizaciones al sector ganadero y la educación ambiental. Durante el acto se escucharon consignas como “lobo vivo, lobo protegido” y se pidió la dimisión del presidente asturiano, Adrián Barbón. La entrada en vigor de la ley ha intensificado el enfrentamiento entre organizaciones ecologistas, que consideran la medida precipitada y contraria a criterios científicos, y asociaciones de ganaderos, que reclaman mecanismos de control para proteger sus explotaciones. Mientras que el Gobierno central ha mostrado su desacuerdo con la rebaja en la protección del lobo, el Ejecutivo asturiano ha señalado que iniciará controles poblacionales en cuanto se cuente con respaldo jurídico suficiente.