El portavoz municipal de IU Convocatoria por Oviedo afirma que «la ciudad tiene condiciones para ser líder en transformación ecológica y de la movilidad»

El portavoz de IU Convocatoria por Oviedo, Gaspar Llamazares, defiende el acuerdo presupuestario alcanzado con el PP en el Ayuntamiento porque entiende que incluye algunas de sus principales demandas para la ciudad, como en La Vega y El Calatrava o en materia de vivienda, con la creación de una Oficina Municipal de Vivienda. No hay que esperar a las próximas elecciones para mejorar la vida de los ovetenses, dice en esta entrevista en la que destacada la creación de los centros integrados para descentralizar los servicios municipales y acercarlos al ciudadano. También reclama que el Gobierno central aclare urgentemente qué va a hacer con los edificios de la residencia sanitaria y el centro de rehabilitación de El Cristo.
¿Cómo explica el pacto presupuestario alcanzado en el Ayuntamiento entre IU Convocatoria por Oviedo con el PP? No es habitual en el panorama político nacional
Parece que vamos a contracorriente de la polarización. Ya hemos pasado de la polarización, ahora estamos en el ensañamiento y creo que, aunque sea desde el punto de vista general, pero también de los intereses de Oviedo, es preciso templar la política, estoy convencido de ello, y la mejor forma de hacerlo es a partir de los problemas y de las aspiraciones de los ovetenses. Y es lo que hemos intentado. Es verdad que el equipo de Gobierno tiene una mayoría amplia, pero nosotros queremos influir en la política local y mejorar las condiciones de vida de nuestros conciudadanos antes de la próxima convocatoria electoral, porque el esquema clásico es… bueno, tú eres el Gobierno, yo soy la oposición, me dedico únicamente al control del Gobierno y si acaso hago alguna propuesta alternativa, pero ya nos veremos las caras en las próximas elecciones. Yo creo que eso pertenece, a una concepción de la política muy estática y queremos una concepción más dinámica; creemos que la esencia de la política es el diálogo y el acuerdo, y, por tanto, lo que podamos hacer antes del final de mandato o antes de la próxima convocatoria electoral, lo hacemos.
¿Qué aporta el acuerdo a la ciudad y a sus habitantes?
Hay materias en que se pueden hacer cosas desde el consenso. Un indicador importante fue el convenio de La Vega. Creíamos que se habían creado unas condiciones objetivas con la decisión del Gobierno de transformar la vivienda privada en vivienda pública accesible mediante alquiler; eso cambia el paradigma de lo que hace la administración central en los ayuntamientos porque hasta ahora lo que pretendía era rentabilizar sus terrenos. Ahora hay la idea de que debe colaborar con la administración local en políticas públicas. A partir de esa decisión, se daban las condiciones, también con las rectificaciones en torno a la torre que estaba prevista, en torno a demoliciones de viviendas que se han descartado, en torno también a la necesaria protección cultural de la zona. Espacios como La Vega deben tener diversas funciones, pero la fundamental para nosotros es reactivar Oviedo, conseguir que haya un espacio tecno-sanitario que conecte con el HUCA y que favorezca el empleo y la calidad de vida en Oviedo. Inicialmente fue el acuerdo entre PP y nosotros, luego se han ido incorporando el resto de fuerzas políticas, del tejido social, y creemos que eso pone en valor el consenso, sobre todo para lo que se llama hacer ciudad.
¿Han influido en otros proyectos en marcha para la ciudad?
Lo hemos demostrado en El Cristo, donde no solamente es el consenso entre administraciones, sino también el consenso político y social, y creemos que lo mismo puede hacerse en otras zonas importantes de la ciudad, que, desgraciadamente, hasta ahora apoyamos en solitario, pero que estamos convencidos que terminará siendo un compromiso de todos, me refiero claramente al Calatrava. Tuvimos discrepancias con ese proyecto, pero en estos momentos es un espacio en un barrio que se ha visto ante un proceso de desmantelamiento muy grave, que lo convierte en un barrio céntrico y a la vez con peligro de convertirse en periférico, que es Buenavista-El Cristo, y nosotros creíamos que en el Calatrava había una compra adecuada, incluso a precios de mercado, pero no se trata de eso, se trata realizar no solo actividades económicas, sino también de tener servicios públicos y equipamientos sociales. Y eso es lo que hemos comprometido con el equipo de gobierno, que ahí va a ir un centro integrado; descentralización municipal y servicio a los ciudadanos, al igual que los va a haber en la Florida, en la Corredoria o en Ventanielles. Estamos ante la oportunidad de un cambio de paradigma en el modelo hasta ahora centralizado de ciudad, para una ciudad más descentralizada, más participativa y con más capacidad de responder a las necesidades de los ciudadanos. Lo mismo ocurre en otro reto estratégico que respaldamos claramente, que es Oviedo, Capital Europea de la Cultura. Es verdad que somos críticos con los recortes en materia cultural, pero creemos que este reto puede permitir que Oviedo se despliegue desde el punto de vista cultural. Tenemos el pilar de la música, en la que somos referencia, pero hay que abrirse a otros, como la cinematografía o el teatro, e incorporar a la cultura a los jóvenes, los barrios y la zona rural. La culminación lógica de todos estos consensos ha sido el acuerdo presupuestario, en el que hemos intentado poner nombres y apellidos y cifras a algunos de estos retos: cambiar el modelo de ciudad centralizada y el modelo social, y el reto cultural. Todos ellos están incorporados, ahí está la reapertura del Calatrava a los servicios y a los ciudadanos, y, en particular, al barrio: ahí está también el planteamiento de fondo de Oviedo, Capital Europea de la Cultura; ahí están esos objetivos y estaremos muy atentos a su cumplimiento y a su desarrollo. Ya hemos tenido reuniones de ese seguimiento.
Se hablaba en principio de un compromiso de construir 300 viviendas para alquiler accesible ¿Cómo va ese proyecto?
Dentro del bloque social, una de las necesidades más sentidas de los ovetenses y de los ciudadanos en general en este país es la vivienda, no tanto entendida no como bien económico, sino como derecho social, y esa parte está todavía en mantillas, porque durante un tiempo en este país se hizo poca vivienda pública y la mayor parte se privatizó. Ahora se trata de abordar dos ejes esenciales del acuerdo, en primer lugar, la construcción de vivienda pública de alquiler asequible para jóvenes y mayores. Es lo fundamental y hay ya comprometidas más de 300 viviendas en distintos barrios, no solamente en un sitio, porque podría parecer que se quiera crear algún tipo de gueto, y eso va bien, se están cerrando durante este mes prácticamente todos los aspectos previos de la cesión por parte del Ayuntamiento de terrenos al Principado, con la idea es que en el segundo semestre de este año se puedan ya licitar una parte de esas viviendas. Pero como sabemos que una cosa es licitar y otra construir, mientras tanto vamos a poner en marcha la Oficina Municipal de Vivienda, un hecho singular, Oviedo nunca ha tenido oficina de vivienda ni empresa pública de vivienda. Empezamos por la oficina que tendrá tres técnicos en arquitectura, en urbanismo y en derecho, para que sea realmente funcional, y por otra parte nos incorporaremos a dos programas del Principado, de un lado al Pacto Social por la Vivienda Accesible y al programa que tiene que ver con la vivienda privada vacía, para establecer estímulos y garantías a los propietarios y también para colaborar en la rebaja del precio del alquiler, y con ello que una parte de las más de 15.000 viviendas que están vacías en Oviedo puedan salir al mercado con confianza por parte de los propietarios y con accesibilidad por parte de los inquilinos.
¿Qué funciones va a tener esa Oficina Municipal de Vivienda?
Ya hemos tenido unas primeras reuniones y ya nos quieren aplicar más competencias a la oficina. Hemos dicho que empezamos por lo que empezamos, porque quieren que nosotros también tengamos competencias adicionales en materia de integración y de gestión de las viviendas de emergencia. Hemos dicho que vamos a empezar por lo que hemos acordado, que es esa oficina de vivienda, que es, por una parte, la que controla y hace seguimiento de la construcción de vivienda pública, de esas más de 300 viviendas públicas de Oviedo, y la que también va a intervenir en el programa de movilización de vivienda privada, y, por otro lado, va a recoger el estudio que está realizando el Ayuntamiento sobre la compatibilidad entre vivienda de uso turístico y vivienda residencial. La oficina lo recibirá y sacará las conclusiones de ese estudio, qué medidas se pueden adoptar tanto en ordenanzas como de regulación que permitan que la vivienda de uso turístico no presione al alza el alquiler, no niegue el derecho de los ovetenses al alquiler ni a la vivienda residencial.
Hay quien cree que al pactar el presupuesto, aceptan lo bueno y lo menos bueno, como las subidas de impuestos o los recortes en cultura.
Si hubiéramos visto algún aspecto negativo e insalvable en el presupuesto, no hubiéramos llegado al acuerdo, porque es un acercamiento de posiciones por ambas partes y eso significa que la política social en el Ayuntamiento, en mi opinión, en estos momentos, avanza también en relación con los municipios de nuestro entorno, y ahí me refiero, en concreto, no solamente a la vivienda, sino, por ejemplo, en becas de comedor a los estudiantes, donde estamos por encima, incluso, de otros ayuntamientos con más población. También hay la voluntad de abordar un cambio en la política social en el Ayuntamiento, que tenía fortaleza asistencial y debilidad de integración. El gran cambio que se va a producir en la política social con los centros integrados es que haya más intervención y más integración de los ciudadanos que están en peligro de exclusión.
¿Es compatible el acuerdo con la crítica?
Mantendremos la crítica como, por ejemplo, con las torres de San Lázaro, porque no compartimos un modelo que ha traído un resultado amargo para Oviedo, el modelo de lo público transformado en privado, y el de un edificio singular como elemento de atracción y de reordenación de la ciudad, pues hemos visto lo que da de sí en el Calatrava, y no quisiéramos verlo en San Lázaro. Hay que reconducir ese proyecto hacia el Plan General de Ordenación Urbana que habla de 6-7 plantas. ¿Por qué no ordenar una manzana en vez de ir a dos edificios de más de 20 plantas, que tienen complicaciones importantes, sobre todo si queremos una ciudad no solamente amable, sino una sostenible ecológicamente? Hay cosas que pueden y deben cambiar, las alturas deben cambiar, la zona verde debe aumentar, y también las cesiones de una entidad privada que se ha hecho con un bien público, que es un suelo muy importante, que era un instituto de la zona y, por tanto, tiene que haber más concesiones de las obligatorias, desde el punto de vista legal, tiene que haber más vivienda de alquiler social y tiene que haber más zona verde de lo que, teóricamente, es obligatorio. Eso demuestra que nosotros no tenemos ninguna atadura más allá de los compromisos que hemos adquirido, al igual que es una atadura del equipo de Gobierno. Eso es la política; hacer cesiones y conseguir conquistas. Pero mantenemos nuestra identidad y nuestras reivindicaciones tradicionales.
¿Las bases del partido han entendido el acuerdo?
Sí, el respaldo de las bases es unánime a la estrategia que ha seguido IU Convocatoria por Oviedo, porque, entre otras cosas, fue el eslogan con el que nos presentamos a las elecciones. En plena campaña electoral llegamos al acuerdo sobre el convenio de la Vega y, después no votamos en contra de la investidura del alcalde, lo cual significa que, desde el primer momento, hemos tendido la mano y eso forma parte del ADN histórico de Izquierda Unida en el ayuntamiento de Oviedo: ser críticos y, al mismo tiempo, tender la mano a los acuerdos, y forma parte también de la estrategia política que tiene un apoyo general en la organización. Podemos tener discrepancias internamente, pero en materias que pueden mejorar la vida de la gente, hay que llegar a acuerdos. Luego, explicarlos, pero hay que llegar a acuerdos. Además, otro beneficio de los acuerdos es que de alguna manera aíslan la posición radical y anti-administración, contraria a lo público, de Vox. Es un beneficio reseñable que Vox en este Ayuntamiento tenga poco que pintar en relación al futuro municipal. Ahora están preocupados fundamentalmente por la inseguridad, siendo uno de los municipios más seguros de Europa.
¿Son partidarios de la limitación de precios en zonas tensionadas?
Esa es una posición que se ha defendido en el marco de la ley, que recientement el Tribunal Constitucional ha considerado plenamente constitucional y nosotros creemos que es un instrumento útil. Es verdad que el equipo de gobierno no coincide y en eso no tenemos acuerdo, pero bueno, hasta hace poco tiempo tampoco consideraba que hubiera que intervenir con más vivienda pública o crear una oficina de vivienda. Cada ciudad tiene su especificidad, por eso estamos con un estudio propio de Oviedo para saber, en realidad, cómo podría funcionar aquí. Lo que está claro es que la política que se ha seguido hasta ahora de no hacer vivienda pública o de no intervenir en el mercado, deja fuera una parte de la población cada vez más amplia, incluso gente que tiene rentas por encima de la media y no tiene posibilidades de acceder a un alquiler.
¿Qué hacemos con el antiguo hospital?
Va a empezar el derribo en febrero, pero hay que agilizarlo y es necesario presupuestar, junto con la universidad, la transformación de usos, el Ayuntamiento debe dar garantías de que esa transformación de usos es, legal hasta tanto se apruebe un plan especial para la zona, que tiene sus ritmos, pero el ayuntamiento debe dar garantías a la universidad de que ese cambio de uso ya puede empezar a funcionar y que hay que dotar económicamente las nuevas facultades y las nuevas ubicaciones de la administración universitaria. Por otra parte, hay un tema que nos preocupa y que preguntamos en este próximo pleno y es por qué no dice nada el Ministerio respecto a la residencia sanitaria y al centro de rehabilitación, dos edificios enormes al borde de la Avenida del Cristo y que no sabemos qué se va a hacer con ellos y, de hecho, no están en las perspectivas de demolición, y, sin embargo, lo último que conocemos es que el ministerio no contempla ningún tipo de reutilización ni de rehabilitación, por lo tanto, tiene que aclarar urgentemente en esa comisión creada sobre la zona sanitaria del Cristo qué va a hacer ahí, porque si no, nos vamos a encontrar con que ya no tenemos el agujero negro, pero terminamos teniendo un punto negro. Hay que empezar a actuar, reducir claramente el nivel de deterioro y de expolio y rehabilitar la zona para rehabilitar el barrio. El Cristo es una prioridad para nosotros en la antigua zona sanitaria y en el Calatrava, porque esa recuperación va a ser garantía de la recuperación del entorno y que no sigan cerrando comercios. El problema que tiene el comercio, más allá de las ayudas que les puedas dar, es el consumo, es decir, en un barrio en que hay actividad y consumo, el comercio va bien; en un barrio en que se deteriora la actividad, decrece el consumo y, además, aparecen rastros de inseguridad.
¿Qué proponen para esos dos edificios?
Yo creo que ahí la idea inicial de la Seguridad Social, de la cual no debe haberse bajado todavía, es cambiar el planeamiento para la construcción de vivienda. El problema parece ser que es el coste del derribo, que creo son unos 6 millones de euros. Entonces, ellos echan las cuentas y dicen yo lo tiro si tú me cambias la calificación y yo ahí hago caja, por decirlo de alguna manera. Lo que tienen que decir es qué quieren hacer y luego negociamos, pero no dejar ahí un punto negro.
Otro asunto sin resolver es la Ronda Norte.
Es de las cosas que no compartimos. Creemos que volvemos otra vez, como decía en relación a las torres de San Lázaro, al viejo modelo de ciudad. Hay cosas que se fijan en la memoria de los poderes públicos y que no se someten a crítica y no se someten a renovación y a cambio, ¿no? Yo creo que hay cosas que han cambiado. Ha cambiado la forma de construir la ciudad y ha cambiado la movilidad. ¿Alguien cree que la Unión Europea va a financiarnos una ronda al estilo duro, que penetre por el Monte Naranco? Eso no le cabe la cabeza a nadie. Hay otras alternativas que son más viables y más baratas, como, por ejemplo, por la zona de la Pixarra, Hay que llegar a un acuerdo con la Administración Central. No se le puede plantear una reivindicación que, al final, no tenga salida. Tenemos un problema que no somos capaces de solucionar. Y las administraciones están para solucionar los problemas de los ciudadanos. Creo que hay que empezar a hacer menos política llamémosle de infografías, menos política ficción y más política real. Que mejore la vida concreta de los ciudadanos.
¿Cómo valora la reforma de la entrada a Oviedo por Santullano?
Pues con luces y sombras, como casi todo. Se puede remitir a lo que pretendía Imagina, un Bulevar y, en ese sentido, resulta una medida insuficiente, pero al menos es una mejora, evidentemente. Falta la margen izquierda, que ahora se propone que se incorpore a unos fondos europeos, y una parte de la desaceleración del tráfico, del reto de la zona de bajas emisiones. Tenemos el gobierno que tenemos, con reticencias en materia de movilidad y ambiental. Arrastrando los pies en relación a la nueva movilidad, y es lo que ha reducido la ambición inicial de intervenir y de cambiar el modelo de movilidad en Oviedo. Hay queremos acelerar en la medida de lo posible el plan de movilidad, tanto el tema del transporte público, como las plazas de aparcamiento. Aquí no vale arrastrar los pies porque hay condiciones, tanto de espacios verdes como de dimensión, para que Oviedo sea una ciudad líder en la transformación ecológica y de la movilidad. Se puede avanzar en materia de movilidad y se puede tener seguridad jurídica, no veo por qué va a ser contradictorio.
¿Cómo ve la situación de Podemos y Sumar?
Creo que los partidos a la izquierda del PSOE tienen el reto de reconfigurarse, es decir, no acomodarse, porque sería letal. Si queremos influir desde la izquierda y garantizar un gobierno mayoritario hay que reconfigurarse. Y eso significa contar con los partidos realmente existentes. No basta con sumar partidos o corrientes, sino que hay que reconfigurar un nuevo modelo de organización que tenga en cuenta los cambios que se han producido en este país, que se acerque y escuche a los ciudadanos, que junto a la gestión cotidiana del gobierno esté en la sociedad, en las redes sociales, que esté en la vida cotidiana. Yo creo que es un reto y tenemos poco tiempo, tenemos dos años para responder a ese reto, si nos deja la polarización política, porque la verdad es que cada día es un susto. Sumar no puede ser solamente una superestructura de cargos públicos y de gestión, que es muy importante, porque es una parte importante de la política, sino que tiene que tener, también, una estructura orgánica de organizaciones y de militantes y de simpatizantes, y eso está por reorganizar.
¿Y su futuro político a medio plazo?
Estoy en una etapa de la vida en la que me siento muy contento, muy cómodo y agradecido de tener un ámbito de acción política. Yo creo que es ahí donde debo responder y lo que se haya de ver, se verá en su momento. La etapa de Madrid ya pasó y ahora soy de los privilegiados que hacen lo que más les gusta, que ahora es la política local y estar en mi casa y en mi ciudad. Es lo que más me da satisfacción en este momento.