Pocos discuten su beneficio para la ciudad, pero entre el oviedín surgen los comentarios: “La obra de nunca acabar” o “Parece que están haciendo el Escorial”

La peatonalización de la calle Mendizábal es una petición de los ovetenses desde hace mucho, una decisión lógica que protege el Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo y propicia una cena de ocio y hostelería que ya venía dándose: es darle al pueblo lo que ya se había ganado. Pocos discuten su beneficio para la ciudad, pero entre el oviedín surgen los comentarios: “La obra de nunca acabar” o “Parece que están haciendo el Escorial”. Las obras, según el papel que lo aguanta todo, deberían estar finalizadas antes del 12 de diciembre; pero la aparición de las vías del tranvía o la catastrófica DANA en Valencia demoró este plazo, y aún siguen en ello.
Ricardo de Teresa, vecino del Antiguo, se muestra muy a favor de la peatonalización, ve inútil moverse por el centro en coche. “Pues como toda obra es molesta, pero hay que aguantarse”. Lo único con lo que no está conforme es con que sigan aplicando este plan alrededor del Campo San Francisco, cree que sería un error.

María Pérez, trabajadora de una caseta en el mercadillo navideño, está muy contenta con las ventas. “Hemos conseguido resultados mejores que el año pasado”. Aunque sí incide en que las casetas de hostelería lo pasaron peor por las obras, pese a su paralización en el periodo festivo. “No era muy apetecible estar en la calle a medio hacer, la gente se movió y se concentró en otros sitios” Jesús Hevia, propietario del ‘Jamón Jamón’, que tanto pidió por esta medida, “es bueno para los vecinos, para la salud, para todos; no le veo inconveniente”. Felicita al Ayuntamiento por la medida y aboga por ir ganando esos espacios del Oviedo Antiguo que están sin vida. “Esta pequeña molestia que ocasionan las obras no es nada comparado con todo el bien que va a hacer”. Eso sí, recuerda que no debemos olvidar que hay que permitir que la gente venga en coche a Oviedo y darles alternativas de aparcamiento.
Álvaro González, asiduo a los locales de hostelería de la zona, muestra su entusiasmo por la medida. “Ya era hora de que uno pudiese tomar el vermú tranquilo. Todas las molestias se perdonan, hasta que picaran la tubería y tuviésemos aquí un bufón que ni los de Pría”.

Sandra Solares, vecina de Altamirano, lo ve algo beneficioso para el barrio, el casco antiguo estará más bonito, sin tráfico y con todo el espacio a disposición del peatón. “Es una oportunidad única, pero hay que resolverla bien”. Un reponedor, que no quiere dar su nombre, plantea dudas con la regulación de esta zona peatonal. “En el Antiguo hay muchos repartos, mucha hostelería, tienen que fijar bien las horas y cómo nos va a afectar a los que trabajamos”.
La peatonalización de Mendizábal ya se está materializando, es el primer paso de un ambicioso plan de la corporación de gobierno en la ciudad de Oviedo. Son las bases de la nueva ciudad que se viene.