El fallecimiento de un joven de 22 años en una casa abandonada de El Rayo devuelve a la actualidad el abandono y la falta de respuesta municipal en La Tenderina: «Las casas abandonadas hay que tirarlas. Es obligación del Ayuntamiento«
No fue una muerte anunciada…pero casi. Este miércoles un joven de tan solo 22 años perdía la vida en El Rayo- La Tenderina. El cuerpo aparecía dentro de una tienda de campaña instalada en local que antaño ocupaba el bar Casa Kilo en el número 58 de una calle en la que abundan las viviendas y locales abandonados. La Policía Nacional descarta la muerte violenta, y todo parece apuntar a que el hombre, consumidor habitual, habría fallecido de una sobredosis. Nada pudieron hacer por su vida los sanitarios del SAMU que hasta el lugar se desplazaron.
Una historia demasiadas veces repetida en el barrio, y que, desgraciadamente, “se veía venir”, lamenta ante este medio Suso Cañas, portavoz de la Plataforma por la Creación del Parque del Este. “Lo que le ha pasado a este muchacho es la típica historia de un joven que empieza en el mundo de las drogas y acaba teniendo un final dramático. Su muerte ha ocurrido aquí, pero podría haber sucedido en cualquier sitio. Lo que pasa es que este barrio reúne las condiciones perfectas para que pasen estas cosas”.
Unas condiciones a las que alude el portavoz, y que incluyen casas en ruinas convertidas en “basureros y puntos de encuentro para el consumo de drogas”. Unas viviendas que, recuerda Cañas, el concejal de Urbanismo Nacho Cuesta prometió que se tirarían y que en su lugar se levantaría una gran zona verde: “Pero no se ha hecho nada. Vivimos entre ruinas que degradan el paisaje y nuestra vida diaria”.
Un barrio que se siente olvidado
Los vecinos del Rayo y de la Tenderina aseguran que la inseguridad ha aumentado en los últimos meses, con pequeños robos y la presencia de personas que utilizan las viviendas abandonadas como refugio. “Hay otra casa, en la calle Tenderina 168, que también está declarada en ruina y sigue en pie. Allí también se esconden y trapichean”, añade Cañas. “El Ayuntamiento creó hace veinte años el problema con un plan urbanístico fallido, y todavía lo estamos pagando”.
Desde la plataforma vecinal reclaman una intervención urgente para derribar los inmuebles en mal estado y ejecutar el proyecto del Parque del Este, anunciado hace años pero aún sin iniciar. “Las casas abandonadas hay que tirarlas. Es obligación del Ayuntamiento”.
Y es que la muerte del joven ha devuelto a la actualidad un problema que los vecinos consideran estructural: el abandono urbano y social de un barrio que, según han llegado a denunciar en el Pleno del Ayuntamiento, “lleva demasiado tiempo esperando soluciones”.
