El desfile procesional, uno de los más esperados de la Semana Santa ovetense, comenzó con media hora de retraso y se desarrolló a un ritmo más ágil de lo habitual para evitar posibles complicaciones meteorológicas
La tradicional procesión del Prendimiento, organizada por la Hermandad de los Estudiantes, celebrada ayer lunes en Oviedo, logró finalmente salir a las calles pese a la persistente amenaza de lluvia que marcó la jornada. El desfile procesional, uno de los más esperados de la Semana Santa ovetense, comenzó con media hora de retraso y se desarrolló a un ritmo más ágil de lo habitual para evitar posibles complicaciones meteorológicas. Los 24 costaleros que portaban el paso realizaron un esfuerzo notable al verse obligados a completar varios tramos sin las paradas inicialmente previstas. La respuesta del público fue clave durante todo el recorrido: los aplausos y muestras de apoyo acompañaron cada levantá, recompensando el trabajo del grupo portador y llenando de emoción el trayecto.
La jornada estuvo cargada de simbolismo y recogimiento, en un ambiente de respeto marcado también por el recuerdo a los cinco mineros fallecidos recientemente en el accidente en Cerredo, a quienes la hermandad y los asistentes dedicaron un momento a su memoria.