El candidato a la presidencia de FADE afirma que durante el mandato de su rival no se ha mirado a las empresas, «se ha atendido más a un aparato de directivos que han asaltado el proceso electoral. Frente a quienes quieren mantener el poder, venimos a democratizar«
José Manuel Ferreira se muestra como una persona reflexiva pero con las ideas muy claras. Este empresario del sector de la construcción, que disputa la presidencia de la FADE a María Calvo en las elecciones que se celebran mañana, sabe que quiere una patronal abierta y plural, unida y con capacidad de influir realmente en la política económica asturiana de cara a los retos que se plantean a las empresas. Y sabe que no quiere una organización endogámica al servicio de algunos directivos. Frente a quienes pretenden mantener el poder, afirma que viene a renovar y democratizar la organización; a ser la voz de todos los empresarios. Pese a que su rival se ha asegurado el voto en bloque de las principales asociaciones, lo que para él es más bien un secuestro, se muestra absolutamente convencido de su victoria.
¿Qué motivos le llevaron a presentarse a estas elecciones?
Esto supone un esfuerzo personal y familiar grande que solo cobra sentido si se tiene una idea clara y un propósito muy firme. Con todo el respeto a la presidencia actual, a María Calvo, porque dedicarle tiempo a estos asuntos altruistas requiere como mínimo una consideración y un respeto, mi opinión es que estos últimos cuatro años han sido los de una FADE desfasada, que ha ido a remolque, que no ha entendido el rimo de los tiempos y una FADE que no ha sabido conseguir para el tejido empresarial asturiano ninguno de los logros de esa lista de deseos que venimos exhibiendo desde hace ya años y repitiendo de forma machacona. Creo, además, que es un tiempo muy especial, que es la hora de los empresarios. El mundo está cambiando a un ritmo frenético; la geopolítica, las disrupciones tecnológicas hacen que estemos ante desafíos enormes y frente a estos retos no es buena opción ser complacientes. Los empresarios tienen que desarrollar un mayor activismo, tomar la delantera. La política económica de Asturias tiene que estar muy influenciada por el tejido empresarial necesariamente si queremos mantener nuestro bienestar en un horizonte más allá de los siete años y por eso creo que en este momento mi experiencia, mi visión, mi conocimiento del tejido empresarial y de la economía de Asturias, y todo el aval que traigo detrás, con el equipo que quiero conformar, podemos formar esa FADE que tome las riendas, que vaya por delante, que se anticipe y sobre todo, lo más importante, que sea útil para el tejido empresarial.
Habla mucho de que la FADE de María Calvo mira más hacia adentro, a sus estructuras internas que hacia los empresarios.
Por eso digo que frente a la FADE que esté al lado de las empresas, ayudándolas y consiguiendo las mejores condiciones para el desarrollo de la actividad empresarial, hemos tenido una FADE de aparato, más mirando hacia el interior que hacia el exterior, más de representación que de acción y que ha utilizado de manera muy poco eficiente el principal instrumento que tiene la patronal en Asturias que es la concertación. Por eso creemos que no estamos ante la FADE que necesitamos y que hay que renovarla. A eso le sumaría esa pérdida de calidad democrática que ha tenido la organización en estos últimos años y que se ha evidenciado en este proceso electoral.
¿Qué le diferencia de la actual presidenta en funciones?
Hay una cosa pequeña pero muy importante y que marca una gran diferencia, que es la actitud, y a pesar de que somos del mismo sector hay diferencias de calado en nuestro perfil previo y sobre todo en la visión que tenemos de la organización. Es evidente que si yo digo lo que creo que no debe ser la FADE de los próximos cuatro años es porque creo que la de los últimos cuatro no ha sido la que creo que es más eficiente para el empresariado asturiano.
¿Ha perdido representatividad la patronal?
Más que representatividad, relevancia. Hay mucha más vida empresarial que la que está ahora mismo representada en FADE. Hemos tenido la oportunidad en esta campaña, y lo he disfrutado muchísimo, de reunirnos con decenas de empresas y asociaciones, y hemos percibido la realidad de lo que se siente que ha sido la FADE de estos últimos cuatro años y es coincidente con la percepción que nosotros tenemos, que es una FADE que no ha mirado para ellos y que ha atendido más a un aparato de directivos que por desgracia son los que precisamente hemos visto que han asaltado este proceso electoral haciendo algo que nunca habíamos visto previamente. Yo he estado con muchísimas asociaciones que no han tenido la oportunidad de entrevistarse con la presidenta en estos cuatro años. Eso no va a volver a pasar.
¿Hay quien le acusa de generar división interna con la presentación de su candidatura?
Todo lo contrario, lo que venimos es a unir y a clarificar. Cualquier debate interno si se hace manteniendo las reglas del juego limpio, enriquece y no empobrece. Empobrece cuando se quieren hacer procesos electorales sin que pase nada porque eso debilita a las organizaciones, las hace endogámicas y que no funcionen; que el aparato cobre poder y lo pierdan las empresas. Pensar que los procesos electorales tienen que cerrarse en falso debilita a las organizaciones. Pensar que mantener y exponer ideas nuevas, tener ansias de renovación es desunir supone no entender cómo funciona el mundo. Lo que significan esas acusaciones es que quieren que no pase nada, que no cambie nada, quieren mantener el control del poder, pero ante esto nosotros venimos a renovar, a democratizar, a que las empresas participen de verdad; venimos a conseguir, no solo a representar y no queremos ser la única voz de los empresarios, queremos ser la voz de todos los empresarios. Y por cierto, ante este proceso electoral nosotros no lo tenemos controlado y bien atado como dice que le gusta a María Calvo. No sé lo que quiere decir en este momento, pero es preocupante viendo sobre todo los antecedentes de este proceso electoral.
¿Qué papel ha jugado en todo este proceso el presidente de la patronal de la construcción?
Pues es su apoyo principal y la persona que, secuestrando la voz de su propia organización, este viernes va a votar como Joel García 46 veces. Esa imagen de verle votar 46 veces secuestrando la voz de toda una organización con una larga tradición como es la CAC lo dice todo. No hay más que ver la actitud que ha tenido en la campaña acompañando a María a la mayor parte de sus reuniones y actos. Ese es su papel y no digo que no sea lícito, pero que lo sepa la gente. No sé cómo se va a escenificar la votación, pero si sé que hiere la vista ver en un censo de electores que una persona tenga 46 vocalías.
En algunos ámbitos se afirma que estaba controlando la FADE.
Yo lo que digo es que la FADE actual es en la que estos dirigentes son los que tienen el control y por eso han querido bloquear el acceso a un proceso electoral limpio y participativo. Es una evidencia y creo que es de justicia que los empresarios sepan cómo se ha hecho este proceso electoral. Frente a los datos, a la información precisa y a los argumentos nos contestan que estos es fango. No, hombre, no. Ustedes lo que quieren es que no hablemos de ello porque no les conviene, porque saben que han cometido un error de dimensiones bíblicas.
¿La decisión de presentarse es reciente o la venía madurando desde hacía tiempo?
Yo conozco el tejido empresarial desde hace 34 años y he tenido un activismo empresarial y asociativo que es conocido. Creo que tengo un mapa de la economía asturiana bastante bien dibujado y que frente a los retos desafiantes que tenemos que enfrentar necesitamos otro tipo de liderazgos y que en este momento, por mis condiciones personales, mi experiencia, mi capacidad, mi determinación y mis conocimiento, y con el equipo que me acompaña, creo que podemos aportar mucho a una organización que tiene la necesidad de renovarse democráticamente, en cuanto a la participación de las empresas y fundamentalmente conseguir el desarrollo de la actividad empresarial en Asturias para conseguir una competitividad que actualmente no tiene y que está muy lastrada y que la concertación, que es su principal instrumento, no ha sabido expresar en estos últimos cuatro años.
¿Ya tiene decidido quienes le acompañaran si resulta elegido?
Tengo un equipo de campaña con un nivel de implicación, compromiso y de confianza que ha desbordado todo lo previsto y eso solo se consigue a través de la honestidad con la que hemos trabajado, Pero también dije, digo y lo sostengo que no voy a cambiar votos por puestos en el consejo directivo y por lo tanto lo que voy a hacer es construir un consejo que va a representar lo que yo creo que debe de estar en FADE. No tengo ninguna atadura previa, lo que sí sé muy bien es qué personas me gustaría que estuvieran y qué sectores, pero eso lo anunciaremos los próximos días. Quiero una FADE relevante y para eso hace falta que nos acompañen gentes de todos los niveles. Queremos una FADE para todos, para empresas grandes y pequeñas y para autónomos, porque son precisamente los más pequeños los que más necesitan una organización fuerte. Vamos a estar en todo el territorio, estén donde estén las empresas y sean del sector que sean, tradicionales o emergentes. Vengo para estar con las empresas, para salir del despacho. Recorreré las ocho comarcas de Asturias con encuentros comarcales, escuchando al comercio local, a los pequeños empresarios, a quienes sostienen el empleo donde no llegan las ayudas ni los titulares. Una FADE que camina. No que espera. También han confiado en nosotros en la fase de avales y nos anticipan su apoyo muchas de las grandes compañías industriales de Asturias y del sector tecnológico, del transporte, de la logística, de la hostelería, de la química y también la más importante de las empresas del sector del metal.
Precisamente la patronal del metal, Femetal, se ha posicionado también junto a María Calvo
Ocurre como en la construcción. El presidente de Femetal, Antonio Escandón, 25 votos. Es un espectáculo anti estético, anti ético y veremos a ver si es legalmente posible. Hay tres organizaciones que hicieron lo mismo: CAC, Femetal y Unión de Comerciantes de Gijón. Antes de que se convocaran las elecciones, se arrogó todos los votos el presidente y cerraron el apoyo a María Calvo antes de que ella hubiera anunciado la apertura del proceso. Cuando María decía públicamente que no tocaba hablar de elecciones ya estaban en esta maniobra. Se arrogaron los votos de toda su organización y, por cierto, en Femetal hay un incendio, lógicamente, porque hay muchas empresas que dicen que les secuestraron la información, es decir, no les dejaron escucharme a mí, les secuestraron la voz, no pudieron hablar, y les secuestraron el voto. Y frente a esto, dice que enfangamos, que decimos algo que no es cierto. Oiga que esto está todo publicado; hay comités que tienen fechas, convocatorias, personas…A Femetal le pedí dos veces que me recibieran para explicarles el proyecto y me dijeron que no las dos veces. Les han quitado la capacidad de tener toda la información, la voz y el voto, y por lo tanto cada uno tendrá que rendir cuentas por lo que ha hecho. Aunque nosotros venimos a ilusionar, pero conviene que eso sepa porque urge cambiarlo y lo haremos en los seis primeros meses. Nunca más va a haber una FADE que no sea participativa, plural y que se atenga a principios de calidad democrática elevados.
Su oponente ha dicho que usted sólo busca el “quítate tú para ponerme yo” ¿Qué piensa?
Que no reconozco a María Calvo, es pienso. Creo que está un poco nerviosa porque no tenían más plan previsto que el que no nos hubiéramos presentado, que no consiguiéramos los avales…Es de quijotes presentarse a un proceso electoral cuando tienes a las tres principales organizaciones con el tema bloqueado.
¿Cuál es, entonces, su pronóstico?
Es verdad que Calvo parte con unos cien votos de ventaja, que tiene controlados y atados, pero no les van a llegar con esos cien votos, porque hemos despertado muchísima ilusión y ganas de renovación. Estoy absolutamente convencido de que vamos a ganar. Por donde pasamos, convencemos. Se siente y hemos percibido que tenemos esa capacidad de cambiar esta organización que necesita Asturias como el comer; una organización ejemplar, fuerte, relevante y que se ponga al frente de la política económica de esta región y la haga crecer. Necesitamos una organización que haga crecer la economía de Asturias en los próximos siete años y solo puede hacerse desde el ámbito empresarial y para eso tenemos que tener una organización que pueda hacer que las condiciones de desempeño de la actividad empresarial sean las más competitivas posibles y esa es nuestra misión y para eso venimos. Yo ya no estoy en el mundo de las apariencias, a mi me interesan muy poco los sillones.
¿Qué es lo primero que hará si es elegido presidente?
Lo primero, recuperación urgente de la democratización de la organización en un plazo no superior a seis meses. Y de cara al exterior, la concertación para hacer sudar la camiseta al Gobierno. Vamos a hacer que la concertación sea útil para los empresarios y no solo un instrumento de propaganda para el Gobierno que es lo que sido en estos cuatro últimos años.
¿Por qué sacó a debate la figura del director general?
Ya lo dije. Creo Alberto González es un gran activo en esta organización y quiero que en esa nueva FADE desempeñe el papel de principal ejecutivo.
¿Qué necesitan con más urgencia las empresas asturianas?
Tener una fiscalidad que no nos ponga en peor situación que las empresas de otros territorios. Que la lentitud burocrática de revierta y para eso tenemos un plan que vamos a exigir en la mesa de concertación, porque la lentitud burocracia no significa mayor garantía para la administración sino que es un signo de mayor ineficiencia de las administraciones y hay formas de revertirlas y sabemos cuáles son. Supone un costo oculto muy elevado para el desarrollo de la actividad empresarial e inhibe las nuevas inversiones. Y vamos a intentar que el Gobierno regional entienda que es muy difícil hacer una política económica eficiente y con criterio sin tener y conocer la información y la experiencia que tenemos los empresarios. Es necesaria una leal colaboración y será muy útil para que el Gobierno tome decisiones de política económica con el mejor de los criterios.
¿Si resulta elegido cree que habrá cambios en algunas asociaciones de FADE?
Pues no lo sé. Lo que sí vamos a hacer es una revolución en FADE. Que eso se traslade a otras organizaciones lo desconozco, pero sí aseguro que se va a notar el cambio y muy rápido, desde el primer día. No tenemos ni un minuto que perder.
¿Cómo valora la campaña?
Disfruté muchísimo con la relación con las empresas, lo valoró mucho, y ha sido enriquecedor trabajar con mi equipo. Me disgustaron las formas en las que se hizo este proceso electoral. Deberíamos haber tenido un espacio calmado para disfrutar de buenos debates como plantee porque no era un show, sino una forma de facilitar la mejor información a los empresarios para que tomaran su decisión con conocimiento en base a su conciencia y su criterio personal. Ha habido una campaña que ha incomodado innecesariamente a muchas empresas y por eso vamos a cambiar urgentemente el proceso electoral. Nadie más va a volver a pasar por esto.
¿Cuál es la situación económica de FADE?
Lo desconozco porque estuve en la Junta General del día 11 de marzo donde se proclamó el proceso electoral y se aprobaban las cuentas y toda la información económica que recibí fue una cifra de ingresos, una de gastos y una con la diferencia. No hubo más información. No tengo ninguna duda ni sospecha al respecto, pero esa fue toda la información que recibí. El presupuesto global es de 3,6 millones de euros.
¿Qué mensaje le gustaría trasladar al empresariado asturiano?
Tenemos muchas ganas de este cambio, Creemos que es necesario. Tenemos mucha ilusión y determinación y se va a sentir el cambio en Asturias. Venimos para convencer.
