El director general de Vivienda, Daniel Sánchez, pide a los jóvenes profesionales que se inscriban en el concurso Europan al que se ha presentado el proyecto para el edificio de San Lázaro, en Oviedo

El Gobierno de Asturias impulsa la recuperación del ovetense edificio de La Malatería en el marco del concurso internacional de arquitectura Europan, dirigido a jóvenes profesionales de la arquitectura menores de 40 años. Las personas interesadas en participar podrán presentar sus propuestas hasta el 29 de junio.
El histórico inmueble del barrio de San Lázaro ha sido propuesto por la Dirección General de Vivienda, con el Ayuntamiento de Oviedo como agente implicado. El edificio ha resultado seleccionado, junto con otras siete localizaciones de España, entre los 47 proyectos finalistas para el concurso procedentes de doce países europeos. El fallo se dará a conocer a mediados del próximo mes de noviembre.
El director general de Vivienda, Daniel Sánchez, ha destacado a través de un comunicado que este concurso “sitúa Oviedo y Asturias en el mapa de la arquitectura europea”, ya que “permitirá que jóvenes arquitectos de toda Europa conozcan este emblemático edificio y puedan presentar sus propuestas para darle una nueva vida al inmueble y al barrio”.
Sánchez ha animado a participar en este concurso a jóvenes profesionales de la arquitectura, ya que el Gobierno del Principado se ha comprometido a desarrollar el proyecto para La Malatería si resulta ganador.
El tema elegido para Europan 18 es La ciudad renacida. Para ello se han valorado tres perfiles: renacer en relación con los elementos naturales, renacer de los modos de vida compartida y renacer en términos constructivos. El proyecto para La Malatería se engloba en esta tercera categoría. Según el documento presentado al concurso “lo ya construido constituye una enorme fuente de materiales, por lo que es importante diseñar herramientas de transformación de los edificios existentes a partir de la estrategia de las 3 R (reducir, reutilizar, reciclar)”.
Los objetivos pasan por reducir las nuevas construcciones, reutilizar los edificios y materiales y reciclar usando materiales de origen biológico (tierra, piedra, fibra), con el objetivo de preservar los recursos naturales.
La plataforma vecinal «La Malatería no se tira» cree que la solicitud de Sánchez responde a una cortina de humo para desviar la atención ante sus proptestas por el deterioro del edificio y la exigencia de que comiencen las obras de reparación del alero, ya adjudicadas.
El colectivo ha decidido volver a la calle para concienciar a los vecinos. Este miércoles, 5 de marzo, a las 12 del mediodía, instalarán una mesa informativa en la confluencia de las calles Muñoz Degraín con Arzobispo Guisasola para entregar un documento gráfico donde se observa el mal estado del edificio, con un tejado que va deteriorándose día tras día.