Santiago Ramírez, levantador de 14 años nacido en Guatemala y residente en la capital, no ve reconocidas sus marcas ni puede colgarse las medallas que gana debido a que no tiene la nacionalidad española
Santiago Ramírez Hermosilla es un chaval de 14 años, nacido en Guatemala, que reside en Oviedo con sus padres -él médico en la sanidad pública, ella, psicóloga- y su hermano de 10 años. Su historia es la de un crío que desde que comenzó a practicar halterofilia en el Club La Corredoria destaca por su fortaleza y sus marcas que le permitirían ser campeón de Asturias y de España, de no ser porque su situación legal al no tener la nacionalidad española le impide registrarlas e incluso competir a nivel internacional, pese a tener el nivel para hacerlo.
Se trata de un joven deportista, alumno de 3º de la ESO en el IES La Corredoria, que no sólo no puede estar entre los mejores de la categoría sub 15 a nivel nacional, sino que está perdiendo la oportunidad de optar a becas o a una plaza en un centro de alto rendimiento. Santi, que entrena tres horas al día de lunes a viernes, tiene una carrera deportiva de lo más prometedora, como asegura su entrenadora, Blanca Fernández, pero la burocracia le está impidiendo evolucionar como debería.
Su padre hizo el MIR en Oviedo y tras él vinieron de Guatemala su madre, él y su hermano pequeño. A los padres les encantó la ciudad para criar a sus hijos y por su calidad de vida y aquí se quedaron todos hace ya más de cuatro años.
El problema es que los años de residencia que el padre hizo en Asturias no cuentan a la hora de tener derecho a solicitar la nacionalidad, lo que no podrá hacer hasta dentro de un año. Sólo después de que el padre se nacionalice, la podrán pedir sus hijos, circunstancia que está frenando la carrera deportiva de Santiago.
Como explica su entrenadora, Santi puede competir a nivel regional y nacional, pero sus récords no son reconocidos. De lo contrario estaría en posesión de los récords de Asturias de su categoría y tendría tres medallas de oro y una de bronce, que no pudo colgarse en el campeonato de España pese a haberlas ganado. Tampoco pudo ir al Europeo, en el que Blanca asegura que hubiera conseguido subir al podio. Actualmente levanta 95 kilos en arrancada y 110 en dos tiempos.
La entrenadora de este jovencísimo levantador, que es además un excelente estudiante, lamenta que por problemas burocráticos no pueda ser reconocido como el campeón que ya es y reclama el apoyo del Ayuntamiento de Oviedo y del Principado para que traten de buscar una solución, de echar una mano. “¿Cuántos chavales futbolistas se nacionalizan en cuatro días y no pasa nada? Lo que no entiendo es por qué en el caso de Santi no se puede encontrar una solución, no ya para sus padres, sino para él, porque realmente le están fastidiando una carrera deportiva que podría ser brillante”, comenta Blanca.
De acuerdo con su nivel y de tener la nacionalidad, Santiago podría optar a ayudas como las que concede el Ayuntamiento de Oviedo a deportistas menores de 24 años y que oscilan entre los 19.000 y los 26.000 euros. También podría entrar en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) que el Consejo Superior de Deportes tiene en León y que está abierto a varias especialidades deportivas, entre ellas la halterofilia. El CAR da cabida tanto a deportistas de alto nivel que han encontrado el lugar idóneo para su preparación, como también a los jóvenes valores de diferentes deportes.
