Cerca de 40 (jóvenes y artistas) plasmaron sus ideas y su peculiar forma de ver y enfrentar el mundo en una docena de comercios que se prestaron a esta iniciativa
El arte nunca es solo arte. Y eso quedó patente este jueves en Ventanielles, uno de esos barrios calificado como «degradado» que esta semana vio como la pintura y los colores alegraban los escaparates de sus comercios. Tras la peculiar iniciativa se encuentra el Conseyu de la Mocedá d’Uviéu, que bajo el nombre «Ventanielles Primavera», invitó a jóvenes artistas a intervenir en los escaparates de algunos de los locales del barrio.
Una iniciativa similar al festival de arte urbano ‘Pinta Malasaña’ que cada año se celebra en Madrid y que prestó algo de su espíritu para adornar las cristaleras carbayonas. Cerca de 40 (jóvenes y artistas) plasmaron sus ideas, su peculiar forma de ver y enfrentar el mundo y su mirada en una docena de comercios que se prestaron a la iniciativa. Con trasfondo primaveral, las creaciones llamaron la atención de vecinos y visitantes, que fueron parando en muchas de las obras.
Pero no solo era arte lo que ayer impulsaba el Conseyu. Junto a él, la colaboración, la escucha activa, la celebración de la diversidad del barrio y la oportunidad de estrechar lazos entre la comunidad local. Premisas todas ellas que, a juicio del resultado final, quedaron ampliamente conseguidas y que, quizá, se puedan volver a celebrar en una segunda edición de este curioso proyecto juvenil.