La Cofradía del Nazareno, la más antigua de la ciudad, espera que el tiempo acompañe y pide colaboración: “si todos le vemos pasar ¿Quién va hacer que pase?”
Si el tiempo no lo impide se espera que Oviedo viva una Semana Santa a lo grande, ya desde este Domingo de Ramos, con diez procesiones organizadas por las siete hermandades de la ciudad que cuentan con cerca de 2.000 cofrades y cuya labor desinteresada y callada durante los últimos años ha permitido que la capital del Principado se convierta en referente de esta tradición en el Norte de España.
Carlos González, presidente de la Hermandad de Cofradías desde finales de 2024, afirma que “cada año vamos mejorando y haciendo más cosas. No podemos competir con las procesiones de Castilla o de Andalucía, donde hay una enorme tradición, pero desde luego que en el Norte, Oviedo está siendo referente”.
No obstante, explica que “nos faltaría conectar más con la gente joven porque hay muchas personas mayores y era bueno que los jóvenes se acercaran a las cofradías y conocieran lo que son. Aquí puede venir cualquiera que quiera colaborar; esto no es un coto de cuatro nostálgicos. Hacen falta cofrades y braceros que lleven los pasos”. Tan es así que algunas cofradías recurren a cofrades de otras ciudades como León para que les echen una mano, aunque llevar el paso requiere entrenamiento y conocer las dificultades del recorrido de la procesión, especialmente a la entrada y salida de los tempos donde se preparan los pasos.
La hermandad y cofradía más antigua de Oviedo es la de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que sale el miércoles santo con la Procesión del Nazareno (el Señor de Oviedo), desde la Iglesia de Santo Domingo. Para que todo esté a punto, desde hace un par de semanas el local que tienen en el barrio del mismo nombre va cobrando vida, con visitas de cofrades que acuden a recoger sus tarjetas de orden para su participación en la procesión (el pasado jueves ya rondaban las cien), alquilar sus hábitos de terciopelo de color morado (como el que lleva la imagen del Nazareno) o hacer cualquier otra gestión. Los lunes a las 9 de la noche ensayan los pasos, la levantada del paso y sobre todo la salida de la iglesia de Santo Domingo, con sus maniobras para evitar percances ante las estrecheces del lugar.
Este año serán 36 los braceros que porten el paso del Señor de Oviedo, cuyo peso ronda los 700 kilos. Serán cerca de dos horas de recorrido con parada en la Plaza de la Catedral para el rezo del Vía Crucis.
Adela Fernández, secretaria de la Hermandad, explica que la primera constancia escrita de esta cofradía data de 1622, aunque se cree que es anterior. Ya en tiempos más cercanos y tras la desaparición de las procesiones en los años 60 del pasado siglo, en 1994 “un grupo de entusiastas” se propusieron recuperar las procesiones en Oviedo y la primera con la que se recuperó la tradición fue precisamente la del Nazareno, única que salió en 1995.
Además de la Novena del Nazareno que finaliza el primer viernes de marzo, cuando se imponen las medallas de la cofradía a los nuevos cofrades, el otro gran culto de esta hermandad a la que pertenecen aproximadamente 260 cofrades es la procesión del miércoles santo o estación de penitencia.
El paso cuenta con un doble acompañamiento musical, abriendo la procesión va la banda de guerra del Regimiento de Infantería número 3 de Cabo Noval (cofrade de honor del Nazareno) y cerrando la Agrupación Musical San Salvador. Miembros de la Escuadra de Castadores del Regimiento escoltan el paso.
La cofradía del Nazareno es mixta y su paso también es portado por hombres y mujeres. Además, por su vinculación con la catequesis de Santo Domingo, cuenta con bastantes níños, los cuales llevan el hábito, pero van descubiertos.
El vice hermano mayor, Federico Gutiérrez, atiende en el local cualquier necesidad, desde arreglar cirios hasta echar una mano en lo que haga falta. El hermano mayor, José Ángel Rodríguez, no está en plena forma y aunque se acerca al local, es Federico el que ha tomado las riendas en el día a día “si quieres ser hermano mayor tienes que llegar el primero siempre, ser la cabeza visible. Es lo más sacrificado”.
Los hermanos explican que tras la pandemia ha costado mucho recuperar a “gente que lo dejó y se desenganchó”. Por eso este año, la Cofradía ha hecho un llamamiento para captar cofrades y que la hermandad siga estando viva. En el folleto informativo que han editado para darse a conocer y animar a la gente a participar lo dejan bien claro: “si todos le vemos pasar ¿Quién va a hacer que pase?”. Como añade Federico, “hay mucha gente mirando, pero de morado pocos”.
En cualquier caso, los miembros de la hermandad mantienen su fe que les lleva a seguir arrimando el hombro o poniéndolo bajo el paso. Como ellos, los hermanos de las otras seis cofradías de Oviedo calientan motores estos días tratando de mejorar el trono, organizar la procesión y ensayar los pasos y con la vista puesta en el cielo y sus esperanzas en que cada año se anime más gente a mantener la tradición de las procesiones en Oviedo, que arranca hoy mismo, domingo de Ramos, con la procesión de La Borriquilla, de la cofradía del mismo nombre, a partir de las 11,00 horas y salida en la iglesia de San Pedro de los Arcos, y la procesión de la Sagrada Lanzada, a cargo de la cofradía de Los Estudiantes, que saldrá a las 17,00 horas de la parroquia de San Francisco Javier de la Tenderina.
Desde hoy y hasta el próximo domingo otras ocho procesiones recorrerán las calles de Oviedo para dar esplendor y espiritualidad a la Semana Santa.
